INTIA logra reproducir 25 kilos de semillas de distintas variedades antiguas y locales de Navarra

El Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) ha entregado recientemente al Banco de Germoplasma del CITA de Aragón un total de 25 kilos de nuevas semillas de variedades antiguas y locales de Navarra, donadas por particulares y reproducidas en los últimos meses en las fincas experimentales con el objetivo de garantizar su recuperación.

Así, esta sociedad pública navarra se va a encargar durante dos campañas de cultivar las semillas de un total de 28 variedades antiguas y locales de Navarra que han sido recolectadas en los últimos años gracias a la colaboración ciudadana. La iniciativa, enmarcada en el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC de adaptación al cambio climático, pretender así evitar que estas especies y variedades se pierdan definitivamente y favorecer también la biodiversidad.

Hasta el momento, el proyecto ha conseguido incorporar a la Guía de Variedades Locales Hortícolas de Navarra un total de 92 semillas diferentes que estaban en especial riesgo de desaparición. La contribución de particulares que han estado conservando estas semillas en sus huertos estas durante décadas y que se prestaron a colaborar en la iniciativa, ha permitido la recuperación de estas variedades procedentes de diferentes zonas de la Comunidad Foral.

En este sentido, a finales de marzo fueron depositadas en el Banco de Germoplasma Hortícola del CITA de Aragón las semillas de las primeras 12 variedades de distintos cultivos que han sido multiplicados en diferentes fincas experimentales de INTIA para conseguir una cantidad suficiente que garantizara su conservación. En concreto, se entregaron 24,9 kilos de semillas de seis variedades antiguas de alubia, tres de tomate, dos de maíz y una de calabaza. 

Parte del material vegetal ha sido depositado en el CITA de Aragón y otra parte será incorporado próximamente al Inventario Español de Bancos de Material Biológico y Genético de Especies, mientras que el excedente se destina al proyecto ‘Bibliotecas y semillas / Liburutegiak eta haziak’ de la que forman parte la Biblioteca de Navarra y otros 25 centros públicos de la red para su distribución entre las personas usuarias.

16 variedades de 6 cultivos

Próximamente, el proyecto contempla la plantación en campo de otros 16 tipos de semillas, lo que permitirá su multiplicación y la generación de una cantidad suficiente para ser entregadas y conservadas en los bancos de germoplasma. En concreto, se trata de variedades de judía, haba, col, escarola, maíz y cebolla. 

Las especies de semillas de judía corresponden a la alubia negra de Oco, la alubia negra de Leitza, la alubia de Erratzu, la alubia redonda de Izalzu y la alubia blanca chatica, reproducidas en los municipios Doneztebe/Santesteban, Sartaguda y Cadreita. Por su parte, las variedades maíz son las denominadas Narbarte y Urdazubi, que han sido reproducidas en Sartaguda y Burutain, respectivamente. La única semilla de cebolla se trata de una variedad de cebolla para ensalada que será cultivada también en Sartaguda. 

Además, se incluyen otras tres variedades de semillas de tomate que serán reproducidas en las fincas experimentales de INTIA y que corresponden a las especies codificadas de tomate denominadas como morado tardío, tomate verde y tomate Zacarías. La planificación para la campaña de este año se completa con tres variedades de haba, col y escarola de semillas ya clasificadas pero que necesitan ser reproducidas para lograr una mayor cantidad.

Desde el año 2018

Hace 8 años, INTIA comenzó a recuperar semillas antiguas y locales dentro del proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, gracias a la contribución de particulares que han estado conservando distintas especies de semillas y que han querido colaborar con la iniciativa. En los últimos meses, INTIA ha seguido recibiendo ofrecimientos de colaboración desde distintas zonas de la Comunidad Foral que servirán para completar la Guía de Variedades Locales Hortícolas de Navarra.

El proyecto LIFE-IP NAdapta-CC busca adelantarse a los cambios que puedan producirse mediante el desarrollo de medidas de adaptación que limiten los efectos negativos derivados de esta situación y, en la medida de lo posible aprovechar los impactos positivos. 

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