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El Gobierno de Navarra aprueba una orden foral pionera para fomentar las comunidades energéticas

En el marco del programa LIFE-IP NAdapta-CC, NASUVINSA elaboró un estudio de benchmarking de comunidades energéticas incluyendo un listado de las dificultades encontradas para su desarrollo.

22-11-2022


El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, ha aprobado recientemente la Orden Foral 64/2022 por la que se establecen medidas de fomento de las comunidades energéticas en Navarra. La región se convierte así en la primera Comunidad Autónoma en legislar este tipo de figuras jurídicas que promueven la participación ciudadana y su involucración en la generación energética renovable.

La Orden Foral toma como base la actual normativa europea en esta materia y contempla, entre otros aspectos, la creación de una "Oficina de Apoyo a las Comunidades de Energía de Navarra" y de un “registro de Comunidades Energéticas” además de comprometerse el Gobierno de Navarra a aprobar convocatorias de subvenciones para las comunidades de energía.

Asimismo, la Orden Foral pone el foco en la participación de las personas consumidoras vulnerables en las comunidades de energía, obligando a adoptar medidas de lucha contra la pobreza energética siempre que alguna Administración Pública forme parte una comunidad de energía.

La propuesta de esta Orden Foral fue presentada en febrero de este mismo año 2022 por el propio consejero Irujo y se ha sometido a un proceso participativo en el que tanto la ciudadanía como los agentes interesados han podido aportar su visión sobre el contenido de la misma.

Actuaciones de apoyo a comunidades energéticas

Hasta el momento, el Gobierno de Navarra ha llevado a cabo diversas actuaciones de apoyo a las comunidades energéticas. Por un lado, NASUVINSA, en el marco del programa LIFE-IP NAdapta-CC, en su acción C6.7, elaboró el estudio de benchmarking de comunidades energéticas sobre el estado de las comunidades energéticas, incluyendo un listado de las dificultades encontradas para su desarrollo. Además, se ha realizado una guía legal para la constitución de comunidades energéticas en Navarra que contienen un Anexo de modelo de estatutos.

Asimismo, el Gobierno de Navarra organizó el primer Congreso Europeo de Comunidades Energéticas. Por último, el Gobierno también fue la primera Comunidad Autónoma en publicar ayudas a Entidades Locales para subvencionar el proceso de formación de la comunidad energética.

La figura de las comunidades energéticas

Las comunidades energéticas son entidades que no buscan una rentabilidad financiera; se constituyen para impulsar y facilitar la participación activa de los consumidores en el sistema energético y mejorar la gestión de la energía mediante una gobernanza basada en la participación abierta y voluntaria de sus miembros. Asimismo, están controladas por socios con vinculación con el territorio, por lo que los beneficios medioambientales, económicos y sociales que aportan revierten de manera directa en el entorno en el que se constituyen. 

Su impacto va más allá del sector energético, puesto que ayudan en la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética y promueven mejoras sociales en la comunidad, por lo que son una figura especialmente interesante para los municipios de reto demográfico. Al estar cercanas al territorio, conocen sus puntos sensibles y las ventajas que pueden ofrecer, al tiempo que ayudan a dinamizar la actividad local, generar empleo y fijar población.

Las comunidades energéticas en NAdapta

Como ya se ha mencionado, en el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, a través de la acción C6.7, se ha realizado un trabajo de acompañamiento y apoyo a la creación de comunidades energéticas en Navarra. En el caso de esta figura, estamos hablando de acciones de transición energética y de adaptación del modelo energético. Se trata de una visión de conjunto, que afecta tanto la mitigación como la adaptación al cambio climático. Permitir, favorecer o impulsar la participación de las personas a través de modelos innovadores como lo son las comunidades energéticas locales, es fundamental para la adaptación social al cambio climático.