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Los bosques son fundamentales para combatir el cambio climático. De ahí el trabajo implementado a través de la Acción C.3 “Bosques” dentro del proyecto LIFE integrado en materia de adaptación al cambio climático.

LIFE-IP NAdapta-CC con el Día Internacional de los Bosques, bajo el lema ‘Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor”

Los bosques son fundamentales para combatir el cambio climático. De ahí el trabajo implementado a través de la Acción C.3 “Bosques” dentro del proyecto LIFE integrado en materia de adaptación al cambio climático.

21-03-2024


En 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques, siendo 2013 el primer año en celebrarlo oficialmente. desde el Foro de las Naciones Unidas para los Bosques, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como otras entidades y agrupaciones.

LIFE-IP NAdapta-CC, se une este 21 de marzo a la celebración del Día Internacional de los Bosques, que este año se centra en ‘Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor’. Cabe señalar que en el proyecto hay una acción; la acción C.3 Bosques, centrada en la mejora de la resiliencia frente al cambio climático de los bosques más vulnerables y se promueve la gestión forestal sostenible incluyendo medidas de gestión adaptativa en los planes de ordenación y gestión forestal. Todo ello, orientado también a mantener poblaciones sanas.

Bosques e innovación
La innovación y la tecnología han revolucionado el sistema de control y monitoreo forestal, permitiendo a los países realizar un seguimiento de sus bosques e informar sobre su estado con mayor eficacia. Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, se han logrado reducir las emisiones forestales de dióxido de carbono por un total de 13.700 millones de toneladas, además de otros progresos, mediante sistemas innovadores y transparentes de seguimiento forestal. 

La lucha contra la deforestación requiere nuevos avances tecnológicos. Con 10 millones de hectáreas que se pierden anualmente debido a la desaparición de bosques y aproximadamente 70 millones de hectáreas arrasadas por los incendios, estas innovaciones tecnológicas son imprescindibles para los sistemas de alerta temprana y la producción sostenible de materias primas. 

La restauración de los ecosistemas puede también contribuir significativamente a mitigar el cambio climático y a mejorar la seguridad alimentaria, al tiempo que se promueven los productos madereros sostenibles.


Monitoreo innovador de los bosques
Para este día, organizaciones internacionales invitan a conocer los numerosos vínculos que existen entre los bosques y la salud del ser humano y a leer las recomendaciones para crear un entorno favorable en que las personas puedan beneficiarse de ellos. 

Además, Navarra presenta una gran variedad de climas, suelos y topografía. Esto se refleja en una gran riqueza de fauna y flora, y, por tanto, una gran variedad de ecosistemas, entre los que encontramos distintos tipos de bosques. Hayedos., encinares, robledales atlánticos y mediterráneos, formaciones de ribera, frondosas, coníferas… solos o en mezcla, son los nombres de algunos de nuestros bosques, algunos de ellos representativos de nuestras distintas zonas bioclimáticas de Navarra. 

En Navarra, también se monitorizan los bosques. Desde el punto de vista de gestión forestal, la Agenda Forestal ya informa que todos los montes de Navarra deben contar con un documento de planificación forestal, aprobado por el Gobierno de Navarra, donde se establecen los objetivos a largo plazo y se planifican mejoras a corto o medio plazo para cumplir esos objetivos. Los documentos se incorporan a la aplicación "Ordenación Forestal", que es una base de datos geográfica que permite realizar el seguimiento de la planificación forestal de Navarra, cuestión a la que ha sido posible gracias a LIFE-IP NAdapta-CC.

En un contexto de cambio climático el secuestro de CO2 por los ecosistemas vegetales terrestres constituye un componente importante en el balance global de carbono. El reto al que nos enfrentamos es cuantificar el efecto sumidero de los distintos depósitos forestales: biomasa viva y muerta, suelo y productos de la madera, así como la valoración de las emisiones por deforestación, incendios forestales y otras perturbaciones. 

Y desde un punto de vista de la biodiversidad, se monitorizan los efectos del cambio climático. Por ejemplo, se estudian cambios en la foliación, caída de la hoja, floración o en la aparición de fruto de especies forestales y en las especies de flora y fauna que habitan los bosques. Y es que se están observando alteraciones fisiológicas, fenológicas o demográficas, con repercusión en los ecosistemas. Los cambios en el clima afectan a las interacciones bióticas y a los propios organismos, y esto implica cambios en el uso del suelo, la pérdida y fragmentación de hábitats, el incremento de la concentración de CO2 y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera, el incremento en fijación y deposición de nitrógeno e incluso en la expansión de especies exóticas invasoras.