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Recuperadas 78 semillas antiguas en el marco del programa europeo LIFE-IP NAdapta-CC contra el cambio climático

El trabajo desarrollado por INTIA ha contado con la participación de más de 50 personas que han conservado diferentes variedades, que se estudiarán para comprobar su resistencia y adaptabilidad

11-11-2021


La Comunidad Foral de Navarra ha recuperado 78 semillas antiguas y locales gracias a un trabajo desarrollado por la sociedad pública INTIA en el marco del proyecto europeo integrado LIFE-IP NAdapta-CC de adaptación al cambio climático, impulsado por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.

Gracias a la aportación de más de 50 personas de diferentes municipios se han podido conservar diferentes especies que, se estima, podrían adaptarse mejor a las condiciones climáticas y a los suelos de la Comunidad Foral. En todo caso, en una segunda fase del proyecto se estudiará la capacidad de resistencia de estas especies en el marco de una situación de cambio climático.

El proyecto de recuperación de semillas antiguas se ha desarrollado en las fincas experimentales ubicadas en Sartaguda y Doneztebe / Santesteban.

En el año 2018, INTIA comenzó a recuperar semillas antiguas en el marco de la estrategia integrada para la adaptación de Navarra al cambio climático. Las personas participantes han conservado durante décadas esas variedades que han contribuido al éxito del proyecto de recuperación de las mismas.

Recuperación de la melona

El caso más paradigmático de este proyecto de recuperación de semillas es la melona. Se trata de una planta que hace años que dejó de cultivarse de manera general en Navarra, pero que se pudo rescatar gracias a que todavía se sigue cultivando en algunas superficies de terreno de Murillo el Fruto y a que también una persona residente en Ujué / Uxue se prestó a colaborar y posibilitó la recuperación de las semillas antiguas de esta especie tan singular.

En la finca de INTIA en Sartaguda estas semillas han podido multiplicarse, con lo que se garantiza la continuidad de esta especie que se encontraba prácticamente desaparecida. La melona, como comúnmente se la conoce en la Ribera, es una especie de sandía (Citrillus Sp) de la familia de las cucurbitáceas. 

Según los datos y testimonios recogidos en la guía elaborada por INTIA de todas estas especies, nadie sabe datar con certeza la antigüedad del cultivo de la melona. “Este tipo de sandía era muy común sembrarla en muchos pueblos de estas zonas y era habitual comer su dulce elaborado en muchas casas”, afirma el equipo de INTIA, responsable del proyecto. Se estima que su consumo habría podido desaparecer a comienzos de la década de los 70 y prácticamente en la actualidad ha dejado de cultivarse.

En cuanto a los aspectos agronómicos de esta planta, la fecha adecuada para la siembra de la melona es el mes de mayo. El peso de mil semillas ronda los 136 gramos y su vegetación es muy sencilla, siendo una planta rústica. Además, en la fase de multiplicación de semilla de esta campaña, la melona se ha podido desarrollar sin problema de plagas y enfermedades.

Como todas las cucurbitáceas, se trata de una planta rastrera y produce grandes frutos de forma oval que pueden llegar a pesar más de 10 kilogramos. Su piel es de color verde claro, de bastante dureza exterior, y cuando se deja madurar demasiado se vuelve amarilla y su interior se pierde enseguida. La recolección de esta especie se realiza en torno al mes de octubre.

Además, sus semillas son de color verde oscuro, lo que la diferencia de las sandías tradicionales que son negras. Son frutos no aptos para consumo en fresco, su carne no tiene sabor, por lo que su único uso es el de la confitería, en la elaboración de diferentes tipos de dulces.

Cómo colaborar con este proyecto

INTIA continúa realizando un llamamiento a las personas que quieran seguir colaborando en la recuperación de este tipo de semillas antiguas y locales. Para ello, las personas interesadas pueden ponerse en contacto con la sociedad pública en el teléfono 948 01 30 40.

Para aquellas personas interesadas en cultivar y garantizar la continuidad de estas semillas, se guardan en cantidad suficiente en el Banco de Germoplasma de Especies Hortícolas del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (BGHZ – CITA) en Zaragoza.

Estos ensayos de experimentación se enmarcan en el proyecto de investigación europeo LIFE-IP NAdapta-CC en el que participa INTIA en el marco del convenio entre el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente para el fomento de la I+D+i en el ámbito agrario y la adaptación de la agricultura al cambio climático.