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LIFE-IP NAdapta-CC pone en marcha un Sistema de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS) en el campus de Tudela

El proyecto, desarrollado por NILSA y la UPNA, analiza las ventajas y la viabilidad para la gestión de la escorrentía urbana, reduciendo la carga contaminante, permitiendo la filtración en el sustrato del agua de escorrentía y protegiendo el sistema de saneamiento.

04-02-2022


La sociedad pública Navarra de Infraestructuras Locales, S.A (NILSA), dentro de LIFE-IP NAdapta-CC quien ha financiado el 60% del proyecto, ha desarrollado, junto con la Universidad Pública de Navarra (UPNA), un Sistema de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS) instalado en el campus universitario de su sede en Tudela. Los resultados del proyecto pueden ser consultados aquí.

Este sistema, instalado en el aparcamiento, permite aliviar sobrecargas hidráulicas y controlar inundaciones en las redes municipales. Para lograrlo, gestiona el agua de lluvia en el lugar donde se genera, dejando que se filtre al terreno a través de superficies acondicionadas para ello, sin canalizarla artificialmente hacia las tuberías de las localidades. Además, permite retrasar la entrada de las escorrentías en las redes municipales de alcantarillado, lo que facilita que se pueda dosificar un caudal abundante, producido por ejemplo por una gran tormenta o una fuerte avenida de agua.

Cuenta con tres jardines, dos de ellos están conectados entre sí y forman un tren de tratamiento, mientras que el tercero es una zona de bioretención. Actualmente, se está llevando a cabo una monitorización exhaustiva con medidores de nivel, pluviómetro, tubos piezómetros y tomamuestras portátiles. Hasta el momento, este prototipo ha conseguido retener toda la escorrentía generada en el aparcamiento y su completa desconexión de la red de saneamiento. En el último año ha retenido aproximadamente 1.750 metros cúbicos, junto con la contaminación asociada a la escorrentía.

Ventajas para la gestión de la escorrentía urbana.

El proyecto, en el que ambas entidades trabajaron durante tres años, culminó en febrero de 2020, tras seis meses de obras, si bien la pandemia por COVID retrasó algunos de los plazos. Con esta experiencia se pretende demostrar sus ventajas y viabilidad para la gestión de la escorrentía urbana, reduciendo la carga contaminante, permitiendo la filtración en el sustrato del agua de escorrentía y protegiendo el sistema de saneamiento. En este primer semestre de 2022, y como medida complementaria, NILSA editará una guía de diseño que facilite a los ayuntamientos y entidades locales la implantación de SUDS en sus ámbitos de gestión.