Publicador de contenidos

14 proyectos navarros premiados por sus buenas prácticas de desarrollo local sostenible

Se trata de la 12ª edición del ‘Premio José Ignacio Sanz Arbizu’, que tendrá lugar el próximo 25 de noviembre en Pamplona.

24-11-2022


Un total de catorce proyectos navarros de desarrollo local sostenible serán premiados por sus buenas prácticas, en la 12ª edición del Premio de Buenas Prácticas en Desarrollo Local Sostenible de la Comunidad Foral de Navarra ‘José Ignacio Sanz Arbizu’. La entrega tendrá el lugar el próximo 25 de noviembre, miércoles, en el Palacio del Condestable de Pamplona.

Así, se entregarán diplomas de Buenas Prácticas, diplomas de Menciones Especiales, y por último, Trofeos y Diplomas a las Mejores Prácticas.  En este último punto, las mejores prácticas son tres:

  • La práctica ‘Recuperación del espigamiento como valor social y ambiental, Buruxka’. Presentada por el Ayuntamiento del Valle de Yerri/Deierriko Udala.
  • La práctica ‘Sostenibilidad Local desde el Centro Escolar de Larraga’. Presentada por la Mancomunidad de Valdizarbe/Izarbeibarko Mankomunitatea.
  • La práctica ‘Escuela para la Custodia del Territorio en el Cerro de Santa Bárbara’. Presentada por la Fundación El Castillo y Ayuntamiento de Tudela.

Según la organización, las candidaturas presentadas este año muestran el esfuerzo y la convicción de las entidades locales y las asociaciones ciudadanas de Navarra a la hora de dar respuesta desde la sostenibilidad a las demandas y urgencias que se plantea en nuestra sociedad como el cambio climático, la economía local, la movilidad sostenible y la infraestructura verde, entre otros muchos temas.

El jurado ha querido desatacar también el alto nivel de los proyectos presentados. Y es que los tres primeros premios: ‘Recuperación del espigamiento como valor social y ambiental, Buruxka’, ‘Sostenibilidad Local desde el Centro Escolar de Larraga’ y ‘Escuela para la Custodia del Territorio en el Cerro de Santa Bárbara’ tienen en común, además de la calidad y adecuación al territorio, la incorporación de diferentes miradas y el objetivo de potenciar las comunidades locales para promover las innovaciones sociales tan necesarias en este momento.

Habitualmente, comentan, se define la sostenibilidad como el esfuerzo de atender las necesidades actuales sin comprometer la atención de las necesidades futuras. “Pero es mucho más que eso. Es, además, el esfuerzo de incluir las miradas y las perspectivas diferentes en nuestra actividad habitual. Incorporar la perspectiva de género, la mirada desde el envejecimiento activo, la preocupación por la economía local, la protección de la biodiversidad, la prevención del cambio climático, la adaptación a un calentamiento global ya en parte inevitable, todo ello, teniendo en cuenta el peligro de despoblación y otros”.

Y añaden, “es también promover la creación de comunidades resilientes frente a los retos ambientales y sociales: trabajar el conocimiento, la educación y la articulación social que nos haga más capaces de enfrentar estas situaciones que nos ponen en dificultades no conocidas hasta el momento”.