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El ‘Estudio de variabilidad climática’ confirma la tendencia al alza de las temperaturas, la disminución de los días de helada, el aumento de la magnitud y frecuencia de las olas de calor y de las sequías estivales en Navarra

El trabajo, que también establece una clasificación climática de los municipios de Navarra según los criterios establecidos por el Código Técnico de Edificación (CTE), forma parte de la acción C6.2 de LIFE-IP NAdapta-CC: ‘Gestión adaptativa del medio construido de Navarra’

25-03-2022


El ‘Estudio de variabilidad climática’, realizado por NASUVINSA con la asistencia técnica de TECNALIA, en el marco de LIFE-IP NAdapta-CC, ha sido presentado recientemente y se trata de un completo análisis que confirma la tendencia al alza de las temperaturas, la disminución de los días de helada, el aumento de la magnitud y frecuencia de las olas de calor y de las sequías estivales. Junto con esto, el estudio aprecia también un posible incremento de fenómenos meteorológicos extremos como las lluvias torrenciales o las sequías, aunque se mantuvieran los totales medios anuales de precipitación. Además, el trabajo establece una clasificación climática de los municipios de Navarra según los criterios establecidos por el Código Técnico de Edificación (CTE).

Unas conclusiones que, por un lado, corroboran también la hipótesis de que el cambio climático producirá cambios en la adscripción de los municipios de Navarra a las zonas climáticas que se establecen en el CTE; y por otro, permiten comprender las necesidades futuras de cambios en el sector de la construcción para determinar, evaluar y establecer medidas de adaptación al cambio climático.

El Código Técnico de la Edificación (CTE) es el marco normativo que establece las exigencias que deben cumplir los edificios en relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad establecidos en la Ley 38/1999 de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (LOE). Este código, divide el territorio de España en zonas climáticas con objeto de determinar las exigencias para limitar el consumo energético de los edificios, en función de la zona climática de la localidad de ubicación y del uso previsto.

Según las directrices del CTE, una vez determinada la zona climática en la que se trabaja, se deberán cumplir las condiciones para dicha zona en el cálculo de las características de la edificación para cumplir con las exigencias en materia de eficiencia energética.

Zonas climáticas para Navarra según el CTE

Las zonas climáticas del Código Técnico de Edificación se determinan mediante el cálculo de las ‘severidades climáticas’, una severidad para invierno y otra para verano. Los resultados se clasifican por intervalos.

Así, en invierno se definen cinco intervalos, y en verano se definen cuatro. Combinando los cinco intervalos de invierno (A, B, C, D y E) con los cuatro de verano (1, 2, 3 y 4) se obtienen veinte zonas distintas, siendo A la zona más templada y E la más fría. En los intervalos para la zonificación de verano, la zona 1 corresponde a un verano más suave y la 4 al más caluroso.

Cambio en la clasificación climática de los municipios

Los análisis climáticos realizados distinguen dos periodos históricos: el clima pasado (1961-1990, no analizado respecto al CTE) y el clima presente (1991-2019). Para el futuro se establecen dos periodos, con sus correspondientes climas resultantes, el primero entre 2021-2050 que se corresponde con el horizonte de la hoja de ruta HCCN-KLINA y, el segundo, ente 2051 y 2080.

Así, Pamplona/Iruña pasaría de la actual adscripción a la zona climática ‘D’ para la severidad de invierno a la zona ‘C’, en el periodo 2021-2050. En esta zona, en la actualidad se encuentran ciudades como Santander o A Coruña, siendo ambas ciudades costeras. Respecto al verano, Pamplona/Iruña pasaría de la zona ‘1’ actual, a la zona ‘2’ en el período 2051-2080, y a la zona ‘3’ en la última década de este período, pasando a situarse como las ciudades de Barcelona o Granada, respectivamente.

Si estas previsiones se cumplen, en el sur y norte de Navarra para el periodo 2051-2080, por ejemplo, deberían adoptarse soluciones constructivas y de diseño similares a las que en la actualidad se utilizan provincias como Cádiz o Málaga en cuanto a, por ejemplo, necesidades energéticas se refiere.

Para el mismo periodo, gran parte de la Comunidad Foral quedaría con unas condiciones climáticas semejantes en la actualidad a la provincia de Barcelona, provincia con costa y clima mediterráneo, con diferentes necesidades constructivas y energéticas.