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Balance de la décima y penúltima jornada del curso ‘Emergencia climática: la adaptación como una herramienta eficaz frente al cambio climático’ 

Esta sesión, titulada ‘Adaptación forestal’, contó con la participación de otros dos proyectos: LIFE Soria Forest Adapt y LIFE ADAPT-ALEPPO.

24-03-2023


La décima y penúltima jornada del curso ‘Emergencia climática: la adaptación como una herramienta eficaz frente al cambio climático, tuvo lugar el pasado martes, 21 de marzo de 2023. 

A esta formación gratuita se han inscrito ya más de mil cien personas, y es fruto del convenio de colaboración entre la Dirección General de Medio Ambiente de Gobierno de Navarra, a través del LIFE-IP NAdapta-CC, la Delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Navarra y el centro asociado de Universidad Nacional de Educación a Distancia(UNED)   en Tudela.

La charla comenzó con una breve introducción a cargo de Itziar Almárcegui Artieda, del proyecto LIFE-IP NAdapta-CC y técnico en el Servicio de Economía Circular y Cambio Climático de Gobierno de Navarra, quien presentó a las personas ponentes de esta décima y penúltima jornada.

Adaptación al cambio climático del medio forestal de Navarra

Irantzu Primicia Álvarez, responsable del área de bosques en el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, fue la encargada de arrancar la jornada de formación.

Explicó las acciones que se están llevando a cabo en Navarra encaminadas a favorecer la adaptación al cambio climático del medio forestal en esta comunidad, y enmarcadas en el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, así como en los principales resultados que se están obteniendo.

En primer lugar, habló sobre riesgo y vulnerabilidad en torno al cambio climático, citando algunos de los impactos del cambio climático en los ecosistemas, tales como: reducción de la disponibilidad hídrica, aumento de la virulencia de los incendios forestales, cambios en el área de actuación de plagas y enfermedades, mayor frecuencia de vendavales con alta velocidad de viento, modificación de la fenología y de la fisiología, así como aumento de la intensidad de los aguaceros o episodios de lluvia torrencial.

Pero estos impactos, señaló Primicia, no afectan por igual a todos los sistemas forestales. Por ello, se ha tratado de identificar los sistemas forestales con mayor riesgo, teniendo en cuenta que el riesgo de los impactos conexos al clima se deriva de la interacción de los peligros o amenazas con la vulnerabilidad y la exposición. Se entiende pues vulnerabilidad como sensibilidad y capacidad de adaptación.

Así pues, de esta primera valoración de concluyó que las especies con mayor riesgo relativo en Navarra ante las condiciones de aumento de la aridez son Quecus petraea, Albier alba y Q. pubescens. Preocupa también Pinus uncinata y Pinus Sylvestris, además de Corylus avellana, Acer campestris y Sorbus aria.

La ponente citó también algunos de los efectos del cambio climático en los sistemas forestales como: cambios fisiológicos en las plantas, pérdida de vigor de las masas forestales, mortandad de ejemplares y problemas de regeneración, cambios en composición y estructura de las comunidades, alteraciones fenológicas, nuevas interacciones bióticas, cambios en la distribución de plagas y enfermedades, proliferación de especies invasoras, mayor riesgo de incendios, vendavales, inundaciones…

Hay que tener en cuenta, añadió, que la respuesta de una especie frente al cambio climático también puede ser modulada mediante la adaptación, entendida esta como la intervención humana dirigida a favorecer el proceso de ajuste de ecosistemas y organismos a las nuevas condiciones climáticas. Así, la adaptación persigue reducir el riesgo de vulnerabilidad , incrementando la resiliencia (capacidad de un ecosistema para absorber perturbaciones, sin alterar de manera significativa sus características estructurales y funcionales, pudiendo regresar a su estado original cuando el factor de perturbación haya cesado).

En este sentido, prosiguió, la gestión forestal adaptativa hace referencia al proceso dinámico e interactivo de planificar, implementar y revisar las estrategias de gestión, en un contexto de incertidumbre y cambio constante. Todo ello fundamentado en una gestión forestal sostenible, teniendo en cuenta los escenarios climáticos futuros (gestión sostenible, integrada, diversa y anticipadora); estrategias flexibles y dinámicas; adaptación de las actuaciones a la estación, teniendo en cuenta las condiciones ecológicas del sitio y la masa forestal presente;  y el fomento y preservación de dinámicas y procesos naturales de los ecosistemas, así como de los servicios ecosistémicos. Así pues, la ordenación forestal es clave para llevar a cabo medidas de adaptación al cambio climático.

Navarra cuenta con 10.000 km2 de superficie en los cuales hay 600.000 hectáreas de superficie forestal (74% de montes arbolados) pero, según explicó Irantzu Primicia, Navarra no contaba con una base de datos en la que poder realizar consultar sobre proyectos técnicos de gestión, o sobre instrumentos de planificación territorial. Por esta razón se desarrolló una base de datos con componente geográfica con un visor asociado para almacenar, consultar, gestionar y analizar la información contenida en los instrumentos de planificación territorial.

Este visor muestra un entorno amigable e intuitivo. A través de herramientas se pueden seleccionar tipos de mapas o imágenes de fondo, abrir archivos, dibujar y medir sobre la imagen, imprimir y compartir los mapas generados; también permite realizar búsquedas según atributos, compartir dicha búsqueda, consultar la información de uno o varios elementos, exportar resultados…; además de realizar consultas a nivel global.

Por último, concluyó, para incorporar medidas de gestión adaptativa en los proyectos de ordenación, en Navarra se han revisado los pliegos de condiciones técnicas de los mismos. Así, se han elaborado unos planes comarcales de adaptación que incluyen información relevante para la planificación y gestión forestal, además de directrices generales para dicha gestión. Próximamente estos planes comarcales incluirán también unas guías de gestión forestal adaptativa para cada uno de los sistemas forestales de Navarra, estando ya una disponible en la web del proyecto.

Otra de las acciones contempladas en LIFE-IP NAdapta-CC es la que tiene que ver con la conservación de semillas, tanto in situ como ex situ. Y es que en Navarra existían unas 140 fuentes semilleras pero se desconocía su futura operatividad en un escenario de cambio climático. Esto ha dado lugar a la Declaración como Fuentes semilleras adaptadas al cambio climático, y su inclusión en el Catálogo Nacional de Materiales de Base.

Por último, partiendo del mismo mapa de vulnerabilidad, también se seleccionaron masas forestales con alto riesgo frente al cambio climático, para recolectar semillas y conservarlas ex situ.

LIFE Soria Forest Adapt

La segunda intervención corrió a cargo de Adela Trassierra Villa, técnica de proyectos Área de Selvicultura y Clima de CESEFOR y del proyecto LIFE SORIA FOREST ADAPT

Life Soria Forest Adapt es un proyecto que se centra en la provincia de Soria, y que cuenta con algo más de 1,5 millones de euros de presupuesto. Su finalización está prevista para enero de 2024. Su objetivo es conservar los bosques y evitar su degradación mediante la incorporación de medidas adaptativas en los planes de ordenación de quince montes (áreas piloto) de la provincia de Soria que suman 36.000 hectáreas. Se busca así obtener resultados a escala operativa.

Dentro de las acciones que contempla el desarrollo del proyecto se encuentran dos herramientas de diagnóstico sobre el impacto futuro de la variación climática sobre las formaciones forestales, sobre las que trabajar esas medidas de adaptación.

La provincia de Soria cuenta con una superficie de 1.030.000 hectáreas, de las que 620.000 son de uso forestal. Life Soria Forest Adapt se centra en ocho especies en concreto (cuatro coníferas, tres Quercus, y el haya).

En este momento, comentó Trassierra, se están elaborando dos estudios fitoclimáticos de distribución de especies que permitirán desarrollar el diagnóstico base para el diseño de medidas de adaptación que se implementarán en dos herramientas informáticas, dos visores de utilidad para la adaptación. Se trata de las herramientas Fitoclim y Modelo UVA.

De esta manera se podrá desarrollar también un referente técnico de ordenación para tener en cuenta a la hora de desarrollar y modificar los planes de ordenación y los cuadernos de zona.

Los resultados obtenidos quedarán reflejados en informes técnicos y catálogos. Se realizarán acciones de sensibilización mediante exposiciones y materiales didácticos, y también se contempla la Responsabilidad Social Corporativa en cuanto al fomento de la inversión privada en la conservación de las masas forestales.

Adela Trasierra explicó la herramienta Fitoclim, un visor sobre un estudio fitoclimático proyectado sobre una malla de 1 kilómetro cuadrado para evaluar los posibles efectos del cambio climático sobre la diversidad fitoclimática en Castilla y León, y la vulnerabilidad de sus ecosistemas forestales. Ese visor se basa en modelos fitoclimáticos de Allué-Andrade en su versión original; modelo “subtipos” (Allué-Andrade, 1990-1997); y modelo “Especies” (Garcia-López & Allué Camacho, 2003). Se trata de un estudio pionero a nivel estatal en cuando a precisión de proyecciones y variabilidad fitoclimática.

Este visor recopila información de 472 estaciones de AEMET situadas en Castilla y León, y recopila datos desde 1950 hasta 2019, además de elaborar datos a periodo futuro hasta 2100. Este modelo implica también la recopilación de 14 factores bioclimáticos.

En cuanto al segundo visor, el Modelo UVA, de modelización de la distribución de las masas forestales, utiliza una metodología a partir de preparación de datos de especies, preparación de variables ambientales, calibración y validación de los modelos, proyección espacial y temporal de los modelos, predicción del período de referencia (1961-2010) y para tres escenarios climáticos futuros y tres períodos temporales (2071-2100).

Los datos climáticos se han obtenido del proyecto europeo CHELSA, basado en cinco modelos de clima. Y en cuanto a escenarios de clima, CHELSA trabaja con trayectorias socioeconómicas compartidas ‘ssp’. La singularidad es que esos escenarios contemplan distintas realidades socioeconómicas.

Asimismo, para el modelo de distribución de especies se han tenido en cuenta 26 variables (19 bioclimáticas, 5 topográficas, y el Ph y la radiación solar). Para la generación de los modelos se ha utilizado el paquete Biomod que aplica diez algoritmos de modelización con alta capacidad predictiva, combinados en un único modelo de consenso.

 LIFE ADAPT-ALEPPO. Adaptive management of Mediterranean Pinus halepensis forests in the face of climate change

Guillermo Abadía Ferré, experto en planificación y gestión forestal en Agresta Sociedad Cooperativa, presentó el proyecto LIFE ADAPT-ALEPPO centrado en la zona mediterránea, de especial vulnerabilidad climática según el último informe del IPCC. En concreto el ámbito geográfico del proyecto alcanza la Región de Murcia, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Cataluña y Aragón. Su presupuesto supera los 2 millones de euros y está previsto que finalice en agosto de 2025.

El objetivo principal del proyecto es desarrollar estrategias de adaptación de cambio climático a nivel regional y sectorial, a través de diferentes herramientas de gestión forestal aplicadas a los bosques de pino carrasco (Pinus halepensis). Estas estrategias se centran principalmente en mejorar la resiliencia a las perturbaciones provocadas por el cabio climático y mejorar los servicios ecosistémicos que brindan estos bosques. Así, el proyecto busca desarrollar nuevas herramientas para la adaptación de los bosques de pino carrasco ibérico al cambio climático, así como su aplicación demostrativa. Estas herramientas se centran en cuatro pilares: detección temprana de procesos de decaimiento; mejorar la resiliencia del ecosistema aumentando su vigor; capacidad de adaptación a la aridificación climática; capacidad de recuperar sus funciones después de perturbaciones naturales; y un quinto pilar que es la difusión.

En cuanto a los objetivos específicos del proyecto destacan ocho: desarrollar un mañana de idoneidad del hábitat e implementar una herramienta para detectar los procesos de decaimiento mediante teledetección; implementar y monitorear actuaciones de migración asistida dirigidas a mejorar la capacidad del ecosistema para adaptarse mejor a la aridificación climática; implementar y monitorear tratamientos selvícolas destinados a mejorar la vitalidad y reducir los efectos de la reducción de la disponibilidad de agua; implementar y monitorear tratamientos selvícolas para mejorar la heterogeneidad estructural y florística y aumentar la diversidad de las respuestas a las perturbaciones; implementar y monitorear técnicas de gestión adaptativa para mejorar la resiliencia y capacidad adaptativa de la regeneración post-incendio de pino carrasco; desarrollar y transferir herramientas de gestión para promover la integración de la adaptación al cambio climático en las regulaciones nacionales y regionales de gestión forestal; desarrollar tareas de monitoreo para evaluar el éxito e impacto del proyecto; transferir las técnicas y herramientas implementadas a los principales actores locales y del área de distribución del pino carrasco europeo (baleares, franceses e italianos), con el fin de mejorar la gestión y la conservación a largo plazo del hábitat del pino carrasco en el sur de Europa.

Como resultados esperados en este proyecto, el primero de ellos es la evaluación de la vulnerabilidad del hábitat mediante el desarrollo de mapas de idoneidad y el diagnóstico de procesos de deterioro forestal; el segundo, el desarrollo de Guías técnicas de gestión forestal adaptativa de los pinares de pino carrasco ante el cambio climático; el tercero, la implementación de 106 hectáreas de parcelas demostrativas y seguimiento de las mismas; el cuarto, la transferencia y promoción del uso de estas herramientas y técnicas de gestión adaptativa para facilitar su uso por parte de propietarios y gestores forestales a escala local, regional y sur de Europa; y el quinto, el incremento del nivel de conocimiento y sensibilización de los actores implicados y del público en general sobre el problema tratado y las soluciones aportadas por el proyecto.

LIFE ADAPT-ALEPPO es un proyecto de cinco años cuyas acciones se han dividido en cuatro bloques: acciones preparatorias finalizadas; acciones de implementación en proceso; acciones de monitoreo iniciándose; y acciones de comunicación y difusión.

A continuación, Santiago Martín Halcón, doctor e ingeniero de montes por la Universidad de Lleida, y miembro del equipo de I+D de Agresta Sociedad Cooperativa, continuó describiendo algunas de las acciones del proyecto LIFE ADAPT-ALEPPO.

Una de las acciones destacadas del proyecto es la C.1 que gira en torno a la obtención de información cartográfica sobre la idoneidad del pino carrasco y la existencia de procesos de pérdida de vigor como consecuencia de eventos de sequía, plagas y otro tipo de perturbaciones. Esta acción pretende generar información útil para el gestor de manera modelizada.

El grupo de acciones de la C.2 a la C.5 se refieren a la implementación de las diferentes técnicas de selvicultura adaptativa seleccionadas en rodales concretos (desde la selección de ubicaciones, la obtención de semilla y producción de planta, o el diseño de la actuación y selección de procedencias). En la actualidad, explicó Martín, se están ejecutando, por ejemplo, nueve rodales en selvicultura ecohidrológica. En doce rodales se están realizando técnicas de diversificación estructural y florística; y la última de las técnicas, que se está testando en nueve rodales demostrativos, es la que está centrada en la gestión adaptativa en regenerados posincendio de pino carrasco, que busca favorecer la abundancia relativa de otras especies para generar heterogeneidad en los pinares.